Resulta evidente que con el actual ritmo de crecimiento demográfico, a pesar de la disminución en los últimos años de la tasa de crecimiento, continuamos creciendo año tras año a una velocidad que podría llegar a duplicar la población humana mundial antes de mediados del siguiente siglo. La actual utilización de los recursos naturales y del medio ambiente supone una disminución del potencial de estos recursos para las generaciones futuras.
Fenómenos como pueden ser el cambio climático y la acentuación del deterioro de la capa de ozono, la aparición de la lluvia ácida, la deforestación o la pérdida de biodiversidad, están causadas por las actividades económicas que tienen lugar actualmente.
El desarrollo sostenible debe entenderse como un proceso complejo, en el que la sostenibilidad de los cambios se hace posible cuando interactúan los factores económico, político, social y ambiental. Es un desarrollo que busca maximizar las externalidades positivas generadas por la interacción entre las políticas específicas de cada una de estas cuatro esferas.
El desarrollo sustentable es una propuesta de los gobiernos, investigadores y público en general para preservar el ambiente y contrarrestar el calentamiento global, la deforestación, la explotación de los recursos no renovables y la disminución de la capa de ozono, entre otros problemas que ponen en riesgo la salud del hombre y el equilibrio del planeta.
El desarrollo sostenible debe entenderse como un proceso complejo, en el que la sostenibilidad de los cambios se hace posible cuando interactúan los factores económico, político, social y ambiental. Es un desarrollo que busca maximizar las externalidades positivas generadas por la interacción entre las políticas específicas de cada una de estas cuatro esferas.